«La situación es preocupante porque a los servicios de orientación o a los gabinetes psicológicos solo llega la punta del iceberg. Pero eso nos muestra que el problema latente, que no se ve pero que está ahí, aparecerá en el futuro y será muchísimo más grave. Estamos advirtiendo que, como esto se está prolongando más de la cuenta, surge la misma situación que suele producirse después de una gran tragedia, de una guerra o un terremoto. Aparece el estrés postraumático, que afecta a mucha gente y sintetiza perfectamente este momento», explica Juan Antonio Planas, presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, después de «indagar» en las realidades cotidianas de orientadores, asociados, compañeras y psiquiatras «del Ohio español».
La plaza del Pilar de Zaragoza, este sábado sin apenas viandantes pasada las ocho de la tarde cono consecuencia de las restricciones. - ÁNGEL DE CASTRO