"Es muy importante darle tiempo a las emociones, que los niños verbalicen lo que sienten y luego los mayores empaticen con esa emoción. Los padres, sobre todo, tienen que transmitirles confianza a sus hijos y eso solo se consigue escuchándoles para ver qué les pasa y cómo podemos enfocar ese problema", indica Mónica González Trigo, 'coach' infantil y secretaria de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía.