El suicidio es un importante problema de salud pública, a menudo descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes. Cada caso de suicidio es una tragedia que afecta gravemente no sólo a los individuos, sino también a las familias y las comunidades. A lo largo del pasado curso, en el ámbito educativo se abrieron más de 400 protocolos de preventivos del suicidio en Aragón.
Es un avance que se hayan elaborado y se pongan en marcha actuaciones ante situaciones de sospecha, para abordar los riesgos observados de forma interdisciplinar. ¿Qué duele a los jóvenes? difícil de responder, es necesaria una prevención precoz, no solo en la etapa adolescente o preadolescente, sino muchos años antes, desde que el niño o niña empieza a formar su personalidad, en la primera infancia. Desde esa etapa, la educación emocional, en valores humanos, en formas de relacionarse adecuadamente (habilidades sociales, resolución de conflictos…), y mejorar la capacidad de respuesta a situaciones adversas.
Esta tarea, ha de estar presente a lo largo de todo el curriculum educativo, en todas sus etapas, pero no hemos de olvidar la elaboración programas dirigidos a las familias para trabajar conjuntamente estos aspectos necesarios para que los niños y adolescentes desarrollen resiliencia, valores, con apoyo de todos los agentes de socialización más significativos.
Alberto Hernández Díaz
Presidente del Teléfono de la Esperanza de Aragón
976232828