El camino del uso al abuso y de ahí a la dependencia o adicción está abonado para los adolescentes, especialmente vulnerables por su estado de desarrollo físico, social y emocional. El bajo rendimiento, el fracaso escolar u otro tipo de comportamientos problemáticos pueden esconder una adicción. La escuela, al igual que la familia, juega un papel fundamental en la prevención y detección de las conductas adictivas.
La implicación de la comunidad educativa (alumnado, profesorado y familias) y la coordinación con los recursos sociales y sanitarios existentes es imprescindible para optimizar la educación en este ámbito, evitar la baja percepción del riesgo, así como la “normalización” social de consumos y conductas adictivas.
Esta nueva edición del Encuentro de Orientadores proporcionará a los profesionales de la educación una visión actualizada sobre la psicopatología y las alteraciones de las conductas de los adolescentes que puedan apuntar a algún tipo de adicción, ya sea con o sin sustancia. El objetivo principal es que los asistentes adquieran nuevos conocimientos y herramientas para saber afrontar esta problemática.