El actual sistema educativo, en la gran mayoría de países, tiende a la uniformidad, entre otros motivos, debido a la elevada ratio entre profesor/alumnos, pero también por inercia o por intereses del propio sistema. Este hecho produce que un elevado porcentaje de estudiantes, que quedan alejados por diversos motivos del rango de la “normalidad”, se vean perjudicados, bien por fracaso escolar, bien por vivir su etapa educativa como un período traumático, o por ambos aspectos.
El educador que lleva adelante a un grupo, casi siempre numeroso, aunque tenga sensibilidad por dedicar atención a la diversidad, suele carecer de técnicas y de protocolos adecuados para ello, con lo que, en la mayoría de las situaciones, no puede pasar del mero voluntarismo.
Las aulas son el reflejo de la sociedad de una época y, en este momento, es difícil encontrar a un grupo educativo en el que no existan niños y niñas con necesidades educativas especiales.
PONENTE:
SANTIAGO GASCÓN SANTOS. Doctor por la Universidad de Zaragoza. Profesor titular de Psicología. Miembro de la Junta del Colegio de Psicólogos de Aragón.