Cuando coincidimos con alguien que comparte nuestras ideas y valores no podemos evitar escucharnos o mantener una conversación que nos hace sentir comprendidos. Podemos pasar horas hablando de un mismo tema, ¡por fin hay alguien que nos entiende! Pero, no siempre es así, ¿verdad?, ¿qué pasa cuando escuchamos a una persona con ideas tan diferentes a las nuestras?
A nuestro cerebro le gusta escuchar a aquellas personas que piensan como nosotros, le hace sentirse bien. Sin embargo, cuando escucha ideas que considera no compatibles con las nuestras, comienza a pensar que esa persona está equivocada, no sabe lo que dice, no lo ha meditado lo suficiente y solo habla tonterías. Así que, su solución es sencilla. Simplemente, las evita.